En el macizo
conocido actualmente como Cerro Ángulo, ubicado a la margen izquierda del rió Utcubamba, en Amazonas, hace mas de 130 años se empezó a escribir, o mejor
dicho a pintar, una fascinante historia que tuvo como protagonista a una momia y a un artista plástico por aquel entonces
era un desconocido.
El día en el que ambos se conocieron nació
”El grito”, una
de las obras más importantes del arte moderno.
Los primeros
episodios se remontan al año 1877,
cuando el horticultor francés
*Pierre Vidal-Seneze descubrió un sitio
arqueológico a unos 8 kilómetros de la capital de amazonas y a unos 200 metros
de altura tomando como referencia
el cauce del río.
Luego de cruzar un puente sobre el rio
Utcubamba llego a ese lugar.
Sorprendido por una
serie de sarcófagos antropomorfos de la etnia de los chillaos, unas de las
tribus de la cultura Chachapoyas.
Los contextos eran peculiares porque tenían cabezas trofeos estilizadas.
Decidió destruir cuatro sarcófagos para analizarlo su contenido en ellas
encontró igual número de momias en perfecto estado de conservación, con el
tesoro en sus manos PierreVidal-Seneza regreso a su país con un fardo que
vendió al ministerio de educación pública de Francia.
Luego, en 1878, la momia se exhibió en el museo
Etnográfico de Trocadero, en parís.
En el año 1967, el
historiador de arte Wayne V. Andersen lanzo la hipótesis de que varias de las
figuras plasmadas en las obras del famoso pintor Paul Gauguin, quien durante su
infancia vivió en el cercado de Lima, se inspiro en una momia peruana.
En una búsqueda bibliográfica,
el investigador alemán Stefan Ziemendorff encontró que en 1973 se logro
confirmar la teoría del historiador Wayne V. Anderson:
En el museo del Louvre se encontró un cuaderno
de Gauguin con bosquejos de la momia.
Así se corroboró que se trata del mismo
fardo que Vidal-Seneza se llevo en 1877.
Una década después, el historiador de
arte Robert Rosemblum estableció que la famosa pintura “El Grito”, del noruego
Edvard Munch, también se inspiro en la momia Chachapoya. Entre las fuentes que
se consignan para esta conexión está el
diario del propio E. Munch. En este diario detalla un paseo con dos amigos en el que tuvo una visión que
lo dejo temblando y que le hizo sentir que un grito infinito atravesaba la
naturaleza.
El artista E. Munch
trato de plasmar esa sensación en dos
lienzos pero no alcanzaba a sentir lo mismo que aquella tarde con sus amigos.
Por eso eligió tomar como modelo una momia peruana que había visto en la exposición universal de Paris y pinto
su primera versión de “El grito”, de la que hizo hasta cuatro versiones diferentes.
El grito se exhibió por primera vez en 1893.
¿Quien era la
Momia?
En un documento
dejado por el propio Vidal-Seneza, se describe que las momias que extrajo del
cerro Piedra Grande tenían cabezas antropomorfas.
Además encima de esas, había
trofeos con las mismas características.
De acuerdo a estudios recientes del
arqueólogo alemán Klaus Koschmieder,las pequeñas cabezas encima de las testa representan cabezas-trofeos, en
conclusión, son tumbas de guerreros que tenían trepanaciones en el cráneo.
Ziemendorff
confirmo que el cerro Ángulo es el mismo sitio del cerro llamado Piedra Grande
del Utcubamba y el lugar de donde salió la momia, gracias a unas fotos que dejo
Louis Langlois, quien visito el sitio en
1933.
En la ladera de la montaña, se pude identificar el sitio preciso de donde
salió la momia, gracias a la descripción del recorrido de Vidal-Seneze y también
gracias a una pintura rupestre de un hacha de guerra, que señalaba la tumba del
guerrero.
La sabiduría suprema es tener sueños grandes para no perderlos de vista mientras esto se persigue.
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