Me gusta sentirme madre.
Me gusta sentirte mío.
Me gusta cuando me miras.
Me gustas cuando te miro.
Lo que más de ti me gusta, lo que más de ti yo ansío.
Lo que le pido a la vida, lo que a Dios yo le
suplico.
Que no nos separe nada, ni la muerte ni el destino; que no se rompan
los lazos de tu corazón y el mío.
Me gustas cuando te ríes y crea tu risa un río donde
naufragan mis penas y rema tu poderío.
Me gustas cuando te caes entre mis brazos vencido.
Me gusta ver tu silencio en mi regazo dormido.
Me gustas cuando me dices cosas que son sin sentido;
senderos que son cadenas desde tu boca a mi oído.
Me gustas porque te tengo, y te abrazo y te bendigo.
Porque eres mi Dios me gustas, y más me gustas por
hijo.
«Me gustas porque me gustas»
le dice la flor al lirio.
le dice la flor al lirio.
Repite el viento a la brisa, y la brisa a mis
suspiros.
La sabiduría suprema es tener sueños grandes para no perderlos de vista mientras esto se persigue.
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