El Día Mundial de la Menopausia
se celebra cada 18 de octubre a partir de
un acuerdo entre la Sociedad
Internacional de la Menopausia (SIM) y la
Organización Mundial de la Salud
(OMS).
La conmemoración de este día tiene por objeto ayudar a crear conciencia
sobre la importancia de la evaluación y prevención en la salud de las mujeres,
durante este periodo de su vida. Además, pretende transmitir otro mensaje en la
sociedad, para que los países activen programas de educación a través de los
cuales, las mujeres conozcan y sepan cómo afrontar esta situación y prevenir
sus consecuencias. La menopausia es el
período que termina la fase reproductiva de la mujer, es el momento en que
termina la menstruación. Con el tiempo, los ovarios pierden gradualmente la
habilidad de producir estrógeno y progesterona, las hormonas que regulan el
ciclo menstrual. Como la producción de estrógeno disminuye, la ovulación y
menstruación se detienen. La edad en que se presenta la menopausia aún no es
fija, pues puede ser desde los 35 años o hasta los 45 y 50 años. Sin embargo,
este proceso fisiológico se ha convertido en un tema vergonzoso para muchas
mujeres, quienes prefieren guardarse esta etapa de su vida y olvidarse que
alguna vez sintieron los síntomas. La negación para expresar el sentir por el
que atraviesan las mujeres en esta etapa, ocurre dentro del mismo entorno ya
sea laboral o familiar, está sujeta constantemente a burlas con frases como
"esa mujer está loca o menopáusica" ó "tiene las hormonas hechas
un desastre".
Según los especialistas, el aumento de la esperanza de vida,
las mejoras en la salud y el bienestar, y el propio avance social y profesional
de la mujer están ayudando a cambiar la percepción negativa que solía tener
este término. El climaterio, o periodo que empieza con el cese de la vida
fértil de la mujer, ha hecho que la menopausia ya no llegue en el final de la
vida sino cuando la mujer se encuentra en la mayoría de los casos, en un
momento de plena actividad personal y profesional. Además, los grandes avances
de la ciencia y la medicina en pro de la mejora de la salud y la calidad de
vida han logrado, además, que la sintomatología asociada a esta etapa de la
vida, pueda ser controlada y que no afecte a la calidad de vida de la mujer. Para
que esta etapa sea menos difícil, es necesario adoptar hábitos de vida
saludables que eviten o retrasen la aparición de enfermedades relacionadas con
la menopausia y el envejecimiento.
La actividad física es importante para
conseguir beneficios cardiovasculares, como la mejora de otras funciones
vasculares, y ayuda a mantener la fuerza del músculo, la densidad mineral ósea
y a evitar caídas. El cáncer de mama suele asociarse a la menopausia, por lo
que mediante las mamografías, se debe hacer un esfuerzo para fijar el riesgo y
actuar de forma inmediata sobre él. Es muy importante que la mujer afronte este
período con una actitud positiva. El final del ciclo menstrual no debe hacerla
sentir mal. Por el contrario, se inicia un nuevo período en su vida y no debe
dejar pasar esta oportunidad para llenarse de vitalidad y experiencia.
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