Podemos imaginar que nuestra vida es un cuadro y
podemos pintar como queramos.
Las
acuarelas son económicas y fáciles de limpiar (pues con un poco de agua podemos
sacar cualquier mancha de acuarela), esto las hace una pintura ideal para los
niños, aunque no son sólo para niños.
Con las acuarelas podemos lograr pinturas
increíbles e incluso pinturas complejas, sólo necesitas desarrollar la
habilidad y lograr conocer a fondo el material.
El punto negativo de las
acuarelas es que, al secar, el color tiende a cambiar, lo que hace más difícil
la tarea pero, todo es cuestión de práctica y de llegar a conocer a fondo
nuestros materiales.
Las
acuarelas se fabrican con goma arábiga y pigmento en polvo. Y se utiliza el
agua como disolvente.
Hay en
pastilla y en tubo, las primeras más económicas.
Las
pastillas son ideales para pequeñas mezclas de color y para crear bocetos, pero
tienden a resecarse y se deben guardar cubriéndolas con una tela húmeda antes
de cerrar la caja.
Los tubos
son más ricos en color y no deteriora los pinceles como las pastillas, pues no
es necesario frotar.
La
calidad, de todos modos, dependerá de la calidad de los pigmentos que se hayan
utilizado para formar la pintura, esté en tubo o en pastilla.
Los
buenos pinceles son los de pelo de marta roja, marta mezclada, ardilla o buey.
Los sintéticos de Nailon son baratos pero débiles.
Y por lo
menos hay que comprobar que el pincel no vaya soltando pelos que se nos
quedarían en el papel.
Necesitaremos los 4 básicos: uno
grande, otro pequeño, uno plano y otro redondo.
La sabiduría suprema es tener sueños grandes para no perderlos de vista mientras esto se persigue.
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