Un buen cuadro tiene la propiedad de evocarnos ideas,
sensaciones, sentimientos, de transportarnos a lugares distintos, lúgubres,
inexplorados...
Una buena pintura puede hacerte volar, trasportarte a otro
lugar, aunque no físicamente. Ha llegado ese momento en la vida en que te
apetece pintar.
Probablemente dibujabas mucho cuando eras más joven y te
apetece retomarlo y ser capaz de crear algo.
Te compras un lienzo, unos
pinceles y óleos y estás dispuesto a pintar tu primera obra maestra. Pero, ¿por
dónde empezar?
Comenzar a coger soltura delante del lienzo necesita tiempo
y algunas nociones básicas sobre pintura puesto que si no, será imposible crear
o calcar obras por nosotros mismos. Para los inexpertos en estas cuestiones te ofrecemos algunos consejos a tener en
cuenta para cuando desees comenzar con
este bello arte.
Primero escoge la imagen que deseas reflejar, lo más indicado es empezar con un
paisaje o una imagen que te sea familiar
o que observes a menudo, ya que te resultará más fácil plasmar la idea.
Empieza realizando los bocetos previos a la pintura, no es
necesario que entres en grandes detalles
ya que esa parte se plasmará luego en el lienzo. Para los bocetos debes utilizar
los carboncillos.
Los colores de la paleta son importantes ya que si no tienes
los idóneos perderás demasiado tiempo mezclando varias tonalidades hasta
encontrar el que buscas. Para crear un buen paisaje te recomendamos: rojo,
naranja, amarillo, verde, azul, púrpura, negro, blanco y los colores tierra.
En asunto de materiales, lo mejor es pinceles de cerdas naturales que dan muy
buenos resultados con pinturas al óleo.
Si puedes tener brochas de varios tamaños y formas (redondos,
planos) el producto mejora notablemente.
La armonía de tonalidades en la composición es clave, las
figuras que se encuentren al fondo de la pintura han de tener colores más
suaves por lo que deberás difuminarlos con ayuda de tu dedo.
Para equilibrar la luminosidad deberás superponer los colores entre sí aplicando el
más cálido primero.
De manera contraria, si lo que quieres es oscurecer la pintura, tendrás que aplicar
una tonalidad más opaca respetando el círculo cromático. Nunca, pero nunca, apliques negro, ¡regla muy importante!
No
temas realizar tu trabajo en óleo es fácil arreglar las equivocaciones.
Practica: No uses el lienzo aún. Coge cartulina o algún
cartón de embalaje. Algo que no importe manchar, que no te agobie si no queda
bien.
No estás haciendo tu obra maestra, estás jugando, estás probando.
Prueba
a mezclar colores, prueba a ver cómo fluye el pincel en función de la cantidad
de aguarrás que eches, prueba a crear tu color en la paleta y a aplicarlo o a
aplicar los colores y mezclarlos en el cartón, prueba a poner un color junto a
otro sin que se mezclen.
Práctica, entiende cómo funciona. No esperes que salga
bien a la primera porque cada día saldrá un poco mejor y no importa lo que
pintes. Y sobre todo disfruta.
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