El pintor estadounidense revolucionó el mundo del arte
moderno con sus técnicas únicas de pintura abstracta. Nacido el 28 de enero de 1912, en Cody, Wyoming, durante su
infancia y su adolescencia vivió en Arizona y California, cuando Pollock tenía
8 años, su padre, que era un alcohólico abusivo, abandonó a la familia, y el
hermano mayor de Pollock, Charles, llegó a ser como un padre para él. Charles
era un artista, y fue considerado como el mejor en la familia.
Él tenía una
influencia significativa en las futuras ambiciones de su hermano menor.
En 1929
se trasladó a Nueva York para estudiar pintura con Benton en el Art Students
League de Nueva York. Se apasiona por el
muralismo mexicano y se dedica a viajar y a pintar obras realistas, que
representan escenas en las que presta ya particular atención a los valores
matéricos y el cromatismo.
Empezó a interesarse por la pintura abstracta e
irracional, y para las obras de este período buscó inspiración en el mundo de
los indios americanos.
Cuando el padre de Pollock murió repentinamente en 1933,
cayó en una profunda depresión.
Pero a pesar de estar ocupado con el trabajo,
Pollock no podía dejar de beber.
En 1937, él comenzó a recibir tratamiento psiquiátrico
para el alcoholismo de un analista junguiano que alimentó su interés por el
simbolismo y el arte nativo americano.
En 1939, Pollock descubrió el show de
Pablo Picasso en el Museo de Arte Moderno.
La experimentación artística de
Picasso animó Pollock para empujar los límites de su propio trabajo.
En 1943 hace su primera exposición en la galería neoyorquina
Art of this Century.
En ese mismo año se ve influenciado por el surrealismo, y
comienza a explotarlo en sus obras.
Sin embargo, en 1947 Pollock decide desvincularse de todo
convencionalismo en el arte y todo movimiento establecido.
Así, elimina de sus
obras cualquier símbolo reconocible y comienza a pintar composiciones
absolutamente abstractas, iniciando lo que se conocería como expresionismo
abstracto.
En este nuevo modo de enfrentarse al lienzo, Pollock creó una
técnica llamada dripping. Consistía en esparcir pintura sobre la tela de lienzo
sin tensar, colocada en el suelo, mediante el goteo y las salpicaduras que
producían el movimiento de su mano sujetando el pincel.
Además, llegaba a
incluir materiales como vidrio o arena, para dar una textura diferente a sus
obras. Nace entonces el action painting.
¿Qué pretendía con esto el artista? Nada. Simplemente se
había cansado de que el arte siempre, de alguna manera u otra, respondiese a
los parámetros de la realidad.
Nunca antes se había dado el arte por el arte de
manera tan desgarradora como en la obra de Jackson Pollock. Este formalismo
está estrechamente relacionado con la autonomía del arte, donde se reconoce lo
específico de cada forma artística al margen de sus funciones y
significaciones.
Lo peor que se puede hacer ante un Pollock es buscarle un
significado, intentar hallar el sentimiento que llevó al artista a crear tal
obra.
Porque se trata de lienzos concebidos para el deleite en su observación.
El espectador se detiene ante ellos y recorre con la mirada la fluidez de sus
formas, advierte las distintas texturas y disfruta con la libertad de este
formalismo, desprovisto de cualquier referencia a la realidad.
La vida de Jackson Pollock no difiere de las tortuosas
existencias del resto de artistas contemporáneos.
Dejó este mundo a los 44 años
de edad, a causa de un grave accidente con su automóvil mientras conducía en
estado ebrio.
Las pinturas más famosas de Pollock se hicieron durante este
"período de goteo" entre 1947 y 1950. Él sigue siendo uno de los
artistas más influyentes del siglo 20.
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